martes, 19 de junio de 2012

La bolsa, soluciones...

Una semana con cinco sesiones alcistas consecutivas  que invita a izar la bandera del optimismo. Los pesos pesados se han comportado mejor que el Ibex 35, con volúmenes de negociación importantes. Lo que pone en evidencia que el dinero está acudiendo a los valores de solera fuerte e injustamente castigados. En el caso de los dos grandes bancos, por haberle puesto el traje de bancos a entidades que no lo eran y haberlos metido a todos, solventes e insolventes, en el mismo saco. Las cajas de Ahorro y Montes de Piedad hicieron una función en el pasado, pero se pervirtieron al caer en manos de políticos inexpertos que las han llevado a la quiebra. Una quiebra que vamos a pagar entre todos mientras que los responsables se van de rositas y con las espaldas bien cubiertas.
Si a los dos grandes bancos sumamos los otros tres pesos pesados: Telefónica, Iberdrola y Repsol, cuyas caídas bursátiles han descontado sobradamente los males actuales y buena parte de los futuros, tenemos delante de los ojos un quinteto cotizando a 5, 6 ó y veces beneficios; es decir, fuertemente infravalorado, y con rentabilidades por dividendos que van desde el 8,7 de Repsol al 15,6,% de Telefónica. Empresas todas ellas multinacionales, con sede en España, pero cuyos ingresos provienen  principalmente del exterior.
Cualquier gestor profesional sabe que cuando se ven multiplicadores sobre beneficios en mínimos históricos y dividendos  en máximos, si no se está en el fondo, poco falta para tocarlo. Y como en las caídas la bolsa suele pasarse de frenada, en la posterior reacción esos valores infravalorados multiplicarán su cotización por dos o por tres.
Los bajistas no estarán de acuerdo y nos parece formidable que así sea, porque serán ellos los que alimenten las subidas.  A este grupo se suman los catastrofistas echando leña al fuego. Un fuego que ni han encendido ellos, ni tienen leña para alimentarlo. Son lo que disfrutan con la adversidad. Cuanto peor, mejor, es su consigna. Y si esta vez Europa no salta por los aires, el euro se no va  a hacer gárgaras y el jinete apocalíptico del hambre no cabalga por el Viejo Continente, será en la próxima, que está a la vuelta de la esquina.
 La reacción alcista de la semana que hoy se cierra tiene una triple lectura: la primera, la entrada de dinero en los pesos pesado que, como decimos comenzaron a subir a contra corriente del Ibex. La segunda, asociada a la primera,  ha sido el cierre de cortos en España, tal vez porque pensaron que había ya poco que rascar,  recrudeciendo la ataque contra la bolsa alemana. En tercer lugar la sospecha de que tanto Alemania, como la troika (FMI, BCE y UE)  tensan la cuerda todo lo posible, pero cuidando que no se rompa. No sé qué nombre darán al hecho de meter dinero a espuertas en el sistema financiero español, ni de dónde saldrá el éste, pero un servidor apuesta porque no le llamen intervención. Buscarán algún eufemismo que lo encubra. Porque si intervienen a España y el Gobierno español interviene a varias autonomías, la que se monta es parda.
La semana próxima va a ser crucial. Antes del domingo se decidirá cómo apoyar al sistema financiero español, aunque los datos definitivos de los inspectores no se conozcan hasta el 21. El domingo 17 Grecia celebra los comicios y, salvo que el Gobierno que salga de las urnas sean unos descelebrados, van a entra por el aro y no abandonarán el euro.
Si imagina qué ocurrirá en las bolsas si el lunes 18 abren sus puertas sabiendo que las dos espadas de Damocles que las amenazaban se han enfundado. Ir tomando posiciones a lo largo de la semana, por si todo sale bien, puede que tenga  premio.

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