El Fondo Monetario rebaja la previsión de PIB para el próximo año y
espera ahora una caída del 0,6%. Su informe también empeora las cifras
de déficit, aunque no incluye el recortazo del viernes: sin ese gran
ajuste, avisa de que el agujero tocaría el 7% este año y el 5,9% el
próximo.
El FMI acaba de poner cifras al temor de quienes creen que 2013 será
un año más difícil de lo previsto en España: el PIB caerá un 0,6% el
próximo ejercicio, muy lejos del crecimiento del 0,1% que estimaba el
organismo en abril. Son siete décimas de diferencia, es decir, la mayor
revisión a la baja de todos los grandes países del euro, dejando a
España con el peor dato de crecimiento de las economías de ese mismo
grupo.
Así lo plasma el Fondo en la actualización del informe de
Perspectivas de la economía mundial, cuya proyección para 2013 coincide
con la del consenso de analistas de Funcas pero queda a distancia del
avance del 0,2% que espera el Ejecutivo de Rajoy.
España sufrirá, por tanto, dos años de recesión, pues 2012 cerrará
con un retroceso del 1,5%, pronóstico que, en este caso, es más
optimista que el de Rajoy o el consenso del sector privado (en ambos
casos del -1,7%). Es debido a que el FMI ha revisado al alza cuatro
décimas su cifra, aunque no explica los motivos del cambio. Sí indica,
sin embargo, que estas cifras no incluyen el impacto del recortazo de
65.000 millones de euros que lanzó el Gobierno el pasado viernes, que,
según gran parte de los expertos, podrían ahogar aún más la actividad
económica, provocando, por tanto, una recesión mayor.
Más déficit Esa exclusión del millonario recorte
obliga a analizar con mucha cautela otras cifras del Fondo, que también
ha actualizado su Monitor Fiscal. Según este informe, España sufrirá un
fuerte empeoramiento de su déficit: será del 7% del PIB este año,
frente al 6% calculado en abril. También es la mayor revisión de todos
los países del euro analizados, donde sólo Irlanda superará los
registros de España tanto en 2012 como en 2013, cuando el déficit
nacional alcanzará el 5,9%, por encima del 5,7% anterior.
Ambas previsiones echarían por tierra el esfuerzo del Gobierno de
Rajoy para cumplir con los objetivos de Bruselas, fijados en el 6,3% en
2012 y el 4,5% en 2013. Por tanto, se rebasarían las metas europeas en
siete décimas y 1,4 puntos, respectivamente, si bien “el Gobierno
anunció el 11 de julio una serie de medidas que ayudarían a conseguir
esos objetivos”, dice el FMI como única referencia al paquete de 65.000
millones del viernes.
Peor es aún el escenario de la deuda, cuya escalada será
sobresaliente: alcanzará el 90,3% del PIB este año y el 96,5% el
próximo, lo que supone 11,2 y 12,5 puntos más de lo estimado en abril.
De nuevo, es la mayor revisión al alza de las economías del euro y queda
lejísimos del 68,5% de 2010.
Recapitalización bancaria Junto a la fiscalidad y
las grandes previsiones macroeconómicas, el Fondo actualiza también su
informe de Estabilidad Financiera Global. “La solicitud de ayuda externa
por parte de España para apoyar a su banca dio algo de consuelo a los
inversores”, señala el FMI.
Pese a ello, recuerda que la reacción negativa que tuvo inicialmente
el mercado refleja “la falta de un programa integral para reestructurar
el sistema financiero y la falta de detalles sobre el préstamo” y el
miedo a un círculo vicioso entre los riesgos bancarios y soberanos. De
ahí que felicite el acuerdo de los líderes de la UE de que el Mecanismo
Europeo de Estabilidad (MEDE) pueda recapitalizar los bancos
directamente y el hecho de que la asistencia otorgada a España por medio
del mismo MEDE no tenga carácter preferencial, una “medida importante
para apuntalar la confianza del mercado”.
Pese a ello, el organismo sabe que aún queda mucho por andar, y que
“las medidas para estabilizar el sistema bancario español aún no han
restaurado la confianza de los mercados”.